Promovemos la participación de las personas de tal forma que en nuestros talleres, cursos y programas, el participante trabaja por lo menos el 70% del tiempo; lo que hace que se convierta en un participante activo, más que en un observador del proceso.

Esto le permite aprender y retener la información y conocimientos en un lapso de tiempo mayor.

Se fomenta la reflexión, provocando posibilidades reales de cambio en actitudes y desempeño, ya que contrastamos sus propios paradigmas, creencias y supuestos, para que se den cuenta de que no todos los problemas o situaciones no deseadas son ajenas o externas a ellos; identificando de esa forma, su responsabilidad y participación.

Empleamos técnicas de aprendizaje significativo para que el participante aprenda y retenga más información por más tiempo y pueda emplear lo aprendido de manera inmediata y además… se divierta.